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Comentario al Evangelio del 29 de abril

Actualizado: 25 may 2020

Miércoles III semana

Tiempo de Pascua

29 de Abril de 2020

SANTA CATALINA DE SIENA, virgen y doctora de la Iglesia.


Evangelio


La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna


+ Del santo Evangelio según san Juan 6, 35-40


En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han visto y no creen. Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, si no la voluntad del que me envió.

Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día”.


Comentario al Evangelio


El “discurso del Pan de vida” llega a un momento decisivo. La catequesis de Jesús que se nos presenta tiene dos partes: una que habla de la fe en él, “Yo soy el pan de la vida”; y otra que habla de la Eucaristía, “yo daré el Pan de vida”. Ambas están íntimamente relacionadas. Es una invitación a creer en el enviado de Dios. Se le llama a Cristo «Pan» en un sentido metafórico: Dios envía a su Hijo a una comunidad hambrienta con el fin de saciarla realmente. Así como también lo envía como «Luz», o como «Pastor». El discurso pasará después a una perspectiva más claramente eucarística, con los verbos «comer» y «beber». El efecto de creer en Jesús es: el que crea en él “no tendrá hambre”, “no se perderá”, “tendrá la vida eterna”.

Cfr. Actualidad Litúrgica n. 249.


Reflexionamos

  • ¿Qué aspectos personales consideras auténticos o genuinos?

  • ¿Para ti qué es lo más importante en la personalidad de un individuo?

  • ¿Cómo consideras la personalidad de Jesús?


Nos comprometemos


Genuinidad: «Es el valor o la cualidad de ratificar lo que se es en esencia, ligado a la autenticidad, la singularidad, la transparencia personal; es la capacidad de no querer ser necesariamente como otros, si no lograr la realización personal que beneficie luego a los demás».


Alfonso Barreto (Cuentos y fabulas para la formación en valores, 2013)


Jesús desarrolla el tema de la fe como una comunión con su propia persona: creer es “ver” al Hijo, “venir a él”, como discípulos suyos. Discípulos que le siguen no por simple capricho o casualidad sino por un don de Dios.


Pidámosle al Señor que también nosotros seamos verdaderos discípulos suyos, que podamos creer en su Palabra y que le sigamos por lo que es.


La Gran Panadera


Don Bosco tenía una gran devoción a la Virgen bajo la advocación de María auxiliadora. Un día de su fiesta quiso celebrar la Santa Misa, en su honor, con unos seiscientos muchachos de los que él trataba. La iglesia estaba abarrotada.


Habían preparado un gran copón lleno de partículas para consagrar en la misa. Pero el sacristán se le olvidó en la sacristía. Cuando se dio cuenta ya era tarde, ya había pasado la consagración.

Don Bosco abrió el sagrario y, con gran sorpresa, se encontró un pequeño copón con muy pocas partículas. Lleno de confianza se dirigió a la Virgen:


“Madre, todos estos muchachos han venido con la ilusión de recibir el cuerpo de tu Hijo. No puedes dejarlos marchar en ayunas”.


Se puso a dar la comunión a los chavales. Pasaron comulgando los seiscientos. Y, milagrosamente, las partículas del pequeño copón no se agotaban.


El sacristán, asombrado, asiste al prodigio: se le salían los ojos de sus órbitas. Cuando termina la misa, muestra a Don Bosco el copón que había olvidado en la sacristía:


-“¿Cómo ha podido dar la comunión a todos con tan pocas Hostias? ¡Es un milagro, señor Don Bosco! ¡Un milagro! ¡Y lo ha hecho usted!


-“¡Bah! –dice Don Bosco sin inmutarse-. Junto al milagro de la transubstanciación, que obra el sacerdote al consagrar, el de la multiplicación de las Hostias es insignificante… Además, lo ha hecho María Auxiliadora”.

Agustín Filgueiras (Orar con… Un pan para cada día, 2004)

Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia

Su vida estuvo repartida entre la contemplación de Jesús crucificado y el servicio de la Iglesia, desgarrada por facciones. Plenamente imbuida en el espíritu de santo Domingo, encontró en el amor a Dios todas las energías necesarias para hacer regresar al Papa, de Aviñón a Roma, y para hacer comprender a los pecadores lo que significaba el llamamiento de la sangre redentora (1347-1380).

V. Continuaré, Oh Dios mío

R. ¡Haciendo todas mis acciones por tu amor!


V. San Juan Bautista de la Salle

R. ¡Ruega por nosotros!


V. Viva Jesús en nuestros corazones

R. ¡Por siempre!


Capellanía Universitaria

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